miércoles, 21 de septiembre de 2022

Investigación revela cuántas toneladas de basura se acumulan en Marte por exploración robótica noticia en Revista Semana


"Desde hace un año y medio, el rover Perseverance de la Nasa se encuentra explorando la superficie terrestre del planeta rojo, ubicado en la posición número cuatro del Sistema Solar. La premisa principal que lidera esta misión, es la de hallar rastro de vida en Marte y así analizar las muestras que serán traídas durante la próxima década.

Sin embargo, así como se ha dado diferentes hallazgos que darían prueba de vida a través de firmas biológicas , también hay datos que contrarrestan la importancia de esto y es que ya son al menos siente toneladas de basura las que se acumulan en el planeta vecino de la Tierra, las cuales corresponden a medio siglo de investigación científica. 


Cagri Kilic, investigador Postdoctoral en Robótica de la Universidad de West Virginia, en Estados Unidos, fue el encargado de dar a conocer la estrepitosa cantidad de residuos. Para ello, el científico hizo un análisis de 18 objetos que han sido ideados por los humanos y luego enviados a Marte en 14 misiones, según datos de la Oficina del Espacio Exterior de Naciones Unidas.

Al sumar la masa correspondiente a las naves del espacio exterior que han llegado al planeta rojo, la cifra que se obtiene en total es de 9.979 kilos. No obstante, si se resta la masa equivalente de las exploraciones robóticas que ya no están en curso, el número se reduce a 7.119 kilos de desechos humanos en Marte.
Sumado a esto, cada desecho tiene una clasificación y de acuerdo con el hallazgo, estos provienen principalmente de tres grupos materiales: hardware desechado, naves espaciales inactivas y naves espaciales estrelladas.

Para que una misión en Marte tenga mantenimiento, es necesario que haya un módulo que las proteja. Dicha parte de cuidado y prevención está compuesta por un escudo térmico, el cual es el que actúa al momento en el que la nave comienza a atravesar la atmósfera del planeta, también hay un paracaídas y hardware de aterrizaje para que pueda lograr una llegada suave y sin errores, en la medida de lo posible.
En ese sentido, cada vez que desciende una nave empiezan a desprenderse desechos, los cuales van a parar en la superficie de Marte. Es decir, escudos térmicos y paracaídas, pueden encontrarse en las más recientes exploraciones.
Asimismo, existe la posibilidad de que si el impacto de aterrizaje es fuerte, los elementos de la nave se rompan y esparzan en pequeños objetos. Un claro ejemplo de esto ocurrió con Perseverance, en 2021.


(...) 

domingo, 14 de agosto de 2022

¿de quién es el espacio exterior? (II)

"El lanzamiento de satélites al espacio supone muchas ventajas para gran parte de la población mundial, pero plantea el debate sobre el límite entre espacios. Se estima que 55.000 satélites orbitarán sobre nosotros en 2030.

La cuestión que está “en el aire” es quién tiene las razones más contundentes para hacer uso de los cielos y qué derechos y libertades están en juego, lo que se procede a analizar.

¿Elon Musk tiene la libertad para enviar los satélites del proyecto Starlink así como así?

Lo primero es determinar dónde se han colocado los satélites Starlink. ¿En el espacio aéreo o en el espacio exterior o ultraterrestre?

El problema es que no existe una definición sobre el tema. Hay dos espacios jurídicamente distintos y por ende tienen distinta condición jurídica: el espacio aéreo está sometido a soberanía estatal completa y exclusiva, mientras que el espacio ultraterrestre no.

Los Estados reconocen la existencia de un espacio aéreo y de un espacio ultraterrestre, los cuales, si bien han sido regulados internacionalmente, no se ha llegado a determinar precisamente cuáles son sus límites físicos La importancia de la delimitación entre ambos espacios reside en la diversidad de sus regímenes jurídicos."


sábado, 13 de agosto de 2022

El turismo espacial: necesidad de un Derecho regulador del espacio ultraterrestre y su explotación económica

"Ciertamente las Naciones Unidas  desde 1957 y muchos países -entre ellos España- se han preocupado por el orden jurídico  del espacio ultraterrestre. De hecho existe un organismo de las Naciones Unidas específicamente dedicado a esta materia (la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre, en su denominación inglesa UNOOSA), que tiene un Comité para estas materias regulatorias con un subcomité jurídico. Precisamente al socaire y gracias a los trabajos, reuniones y congresos internacionales promovidos por esta Oficina de las Naciones Unidas, se han elaborado y pactado varios acuerdos internacionales de distinto nivel  (los más importantes son el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, o los acuerdos sobre asistencia en el espacio, o sobe registro de objetos lanzados al espacio), pero los actos multilaterales no han pasado en realidad de las declaraciones de principios.

No obstante, estos principios tienen gran importancia, son generalmente respetados y sientan las bases de lo que será en el futuro un verdadero Derecho espacial ultratrerrestre. Estos prinipios, que parten de la consideración de que la soberanía de los Estados sólo alcanza al espacio aereo de la navegación aeronáutica convencional y que el espacio ultraterrestre (todavÍa sin definir y delimitar exactamente) es un ámbito internacional de uso libre y pacífico.

Son en lo esencial los principios de libertad, igualdad, cooperación, mantenimiento de la paz, no apropiación y responsabilidad. Obviamente ha preocupado mucho en los ámbitos internacionales el uso de la energía nuclear en el espacio y la prohibición absoluta del uso militar en ese ámbito. 

En el concreto caso español, hay un organismo universitario dedicado a estos temas, el Centro Español de Derecho Espacial, y una particular atención a ellos dentro la Estrategia de Seguridad Nacional. Pero nuestra implicación ha estado históricamente dentro de nuestras relaciones con los Estados Unidos (estaciones seguimiento espacial y otras colaboraciones), así como naturalmente con la Agencia Europea del Espacio. 

Pero la reciente explotación turística de los viajes espaciales abre nuevos campos de interés que deberían ser analizados, ya sea por instituciones universitarias oficiales o por colectivos de especialistas interesados, como  son las concesiones -u otro instrumento jurídico- para regular la explotación de destinos turísticos ultraterrestres, el régimen de gestión de riesgos de los viajes turísticos ultraterrestres y su eventual aseguramiento, la obvia regulación -cuando se incrementen comercialmente los viajes espaciales- del tráfico espacial y de su control (en forma análoga al control del tráfico aéreo). "